martes, 24 de mayo de 2011

Convencer a un suicida...

Mujer insatisfecha con el estado de cosas del mundo, el amor y otros demonios, busca: hombre aún inocente y puro, capaz de devolverle la confianza, hacer que el amor sea tal, y los gigantes invencibles vuelvan a ser simples molinos de viento.


Así podría rezar, y así debería tal vez, el cartel a la puerta de mi casa, o mi cabeza, o ese maldito lugar tan profanado y mal utilizado que llamamos corazón.
A los 23 años no se sabe mucho, más bien se sabe poco o nada de la vida ¿quién dijo eso? A los 23 años se es joven, lleno de vida, con un futuro por delante ¿quién repitió aquello?
Señores, de una vez y por todas, da exactamente lo mismo tener 23 o 5 años si dejas de creer en todo. Sí, a los 5 años se sabe mucho menos de la realidad, pero la verdad se sabe mucho más de la irrealidad, de la magia, de la fantasía, del todo es posible. A los 5 años todavía se puede ser princesa cada vez que quieras, basta con cerrar los ojos y correr por el patio de tu casa, perdón, por el jardín de tu castillo. A los 5 años, no se sabe muy bien de la muerte, de la traición, del amor fallido, o del fracaso… A los 23 se sabe mejor, de todas esas cosas y mucho más, también se sabe de la lealtad del amigo, de la pasión de algunos, del sexo bien disfrutado, de los placeres que llamamos mundanos solo para sentirlos menos mágicos cuando en verdad lo son.
Pero con toda esa información, o sin ella, teniendo 23 o 5, si dejas de CREER, entonces ¿de qué futuro estamos hablando? ¿de qué vida por delante? ¿del amor de qué familia, qué amigos, qué carrera, qué trabajo, qué hijos que están por venir? ¿a quién convence realmente eso?
El ser humano es social, biológico, psicológico y espiritual. Ok, digamos que tienes amigos (sector social a medias satisfecho) pongamos que tienes buena salud y buen sexo (sector biológico bastante satisfecho) y asumiendo que no seas esquizoide o paranoico crónico, supongamos que tienes una buena salud mental (ni que hablar de cuán relativo es esto) y bien….lo espiritual….. Ajá…. Precisamente. ¿Qué te satisface espiritualmente?
Muchas cosas pueden satisfacer el espíritu, pero cuando dejas de CREER, en el amor, en la belleza, en la paz, en el cambio, en el futuro, cuando dejas de tener FE en algo….poco o nada puede satisfacer el espíritu. Así, que, de una vez y por todas, los amigos, la familia, la propiedad privada y el porvenir, no son razones para vivir, por muy crudo y desagradable que suene, las razones para vivir son individuales, son nuestras, están (o no) en nosotros, en cuánto seamos capaces de creer, por encima de toda evidencia de lo contrario, en que aún existe amor, aún se puede cambiar, aún vale la pena el futuro….eso, depende solo de nosotros… y de que hallamos conservado al capacidad para cerrar los ojos y correr por el jardín de un castillo (es una opinión personal) 
PD: para más información, consultar El Problema, canción profética de Silvio Rodríguez que todo el Consejo de Estado y el Buró Político del PCC en Cuba deberían escuchar antes de dormir al menos par de veces por semana.

martes, 4 de mayo de 2010

Lo eterno y lo efímero...

Ya está, me decido a escribir y asumo todo el riesgo de que me llamen feminista en el mejor de los casos, pero aquí va. ¿Para qué tanto maquillaje, tanta plancha en el pelo, tintes, horas de gimnasio, cirugías…? Existen básicamente dos motivos para que una mujer transforme de manera temporal o permanente (que termina siendo temporal también) su físico natural. La primera, que respeto y considero hasta necesaria, es por complacerse a sí mismas. No hay nada de malo en hacer ejercicios, yo por ejemplo desde que descubrí que ejercitarse libera endorfinas al igual que el chocolate, alterno, unas veces me atraco de chocolates (sobre todo cuando un alma caritativa se compadece de mí) y otras veces paso dos horas dando brinquitos (ojo no malinterpretar) o corriendo por 5ta avenida. Pero también existe la variante de cambiar el físico para complacer a otra persona, y aquí, con todo respeto, tengo que discrepar. Lo negativo de tener un pelo impecablemente planchado, media hora de maquillajes, dos horas diarias de ejercicios, y 50cuc en ropa de marca encima, es que, si en eso se basa la incondicionalidad de tu pareja, pues tienes un problema. Si la cosa va en serio, en algún momento terminarán por compartir mucho tiempo juntos, incluso convivir, y ya no tendrás el medio día de gracia sin su presencia para arreglarte el cabello. Tendrá que verte con el pelo tal y como tu información genética dicta…inevitablemente si estudias o trabajas o sencillamente atiendes la casa, acabarás por olvidar durante una semana sacarte las cejas, no tendrás dos horas para maquillarte todos los días…en fin, la magia de la “apariencia” dura poco, muy poco. No se trata de andar por el mundo sin mirarte al espejo, pero una de las pocas verdades universales es que si no te amas tú, no servirá de nada que alguien más lo haga. Por eso, que me conozcan tal y como soy, con mi pelo regado, mis masitas en lugares estratégicos, mi ausencia de pechonalidad…que sean mis ojos o mi mirada, mi inteligencia o mi personalidad, mi bondad o mi ternura las que conquisten, el cuerpo se marchita, el maquillaje se cae con el agua… el calor de una mirada es eterno.

lunes, 3 de mayo de 2010

Frágil realidad...

Ni Dios, ni nadie, salva lo que se perdió. Una duda puede condenar ciudades, la locura puede derribar al sol.


Yo nunca quise esperarte en cada amanecer, en cada sonido del teléfono, cada toque en mi puerta. Quise tomarte, saciar mi sed y dejarte ir, eso era todo, no había misterio, no había esperanza de nada. ¿Qué hago entonces buscándote entre las sábanas? ¿Por qué sigo esperando el paso del día para hablarte, comentarte algo? ¿Por qué sigo de pie frente al fregadero esperando que te acerques sin darme cuenta y me sorprendas con un abrazo? ¿Por qué abrazo una almohada al dormir esperando que amanezcas tú entre mis brazos? Y la mejor de todas las preguntas… ¿me estás esperando tú también? ¿me estás extrañando tú? ¿O acaso tuviste la capacidad que a mí me faltó para beber y dejar ir…? No supimos confiar, no supimos caminar, no supimos darnos cuenta de que estábamos uno frente al otro… o tal vez yo no sé de qué hablo… tú nunca exististe, yo nunca te quise, a Kennedy no lo mataron, las Torres Gemelas no cayeron, la Guerra Fría no fue más que un libro de terror… la realidad es tan frágil..

viernes, 23 de abril de 2010

Al príncipe azul...


“Porque aquellos a quiénes necesita amar son solo sombras que viven en el alma de un extraño”  Carlos Ruiz Safón

En los últimos dos meses, tiempo récord diría yo, los hombres más importantes en mi vida parecen haber decidido decepcionarme, quitarse para siempre aquellas máscaras que yo misma les coloqué, y recordarme que son simplemente hombres, y haberlos imaginado perfectos fue un craso error. Yo, sin miramientos y sin permitirme el lujo de un arrepentimiento, recurro una vez más al gran Sartré, releo “El existencialismo es un humanismo” y entre aquel ensayo y las reflexiones de una excelente amiga, recupero un poco de la cordura que por momentos pareció abandonarme. Mi amiga no pierde la fe, con todas mis decepciones me sigue diciendo “yo creo en mi príncipe azul” Y yo intento acompañarla en la creencia, intento mantener la fe en la existencia de un hombre que sepa amarme por cómo me veo y cómo lo veo a él, que no le preocupe quién he sido sino quien soy y quien puedo llegar a ser, que admire mi libertad e independencia, mi colección de principios y valores que muchos ya han ignorado. Un hombre que respete mi inteligencia, que no repare en cuántas veces he caído sino en cuántas me levanté sola. Un hombre que sepa apreciar la ternura de mis manos en su espalda, lo infinito de un beso o un abrazo, y que encuentre en mis ojos el mejor espejo para su mirada…  Así que alzo mi copa junto a mi ingenua amiga, y brindo por el príncipe azul, o morado, o verde, ya no me importa… “Al príncipe de mis sueños, dónde quiera que estés, ¡¡¡mueve esas nalgas de concreto y apúrate cacho de hijo de perra que llevo 21 años esperando y se me está acabando la paciencia!!!!”

Finales felices..

Ese momento en el que Eric besa a la sirenita Ariel, o el otro como-se-llame besa a la princesa Aurora, o Estetuniño besa (en un féretro ¡pa su madre!) a Blancanieves, ahí es cuándo yo me pregunto, ¿quién coño parió a Walt Disney? Lo que me desespera más todavía es que, a los 5 años me adoctrinan con La Sirenita (sí, esa misma, la que decía “regalitos así tengo miles” ¡en pleno período especial!) Blancanieves que venía a ser una suerte de tutorial para ama de casa, Pocahontas que era la opción a Blancanieves, o sea, el tutorial pero de luchadora, sí vamos que al final muy espiritual ella con los árboles, los animalitos de bosque etc pero terminó viviendo en Londres con Smith… En fin, que iba diciendo, a los cinco años te empiezan el adoctrinamiento con “las princesas de Walt Disney”, y luego vas creciendo y te tropiezas con Pie Pequeño, que empieza por la muerte de la madre, El Rey León que te matan al padre para que luego no digas que son machistas… y tú empiezas a comprender que las figuras paternas no son eternas (aunque con Bambi ya te habías llevado una pista) pero sigues soñando con finales felices... Pero, ups, el tiempo pasa y de pronto te descubres frente al televisor viendo como Jack se ahoga, mientras Rose flota sobre una tabla de madera, que casualmente era la única disponible en el naufragio de un trasatlántico llamado Titanic. Después Meg Ryan se deja arrollar por un camión luego de que el pobre Nicolas Cage renunciara a su condición de ángel para vivir una vida mortal al lado de su amada en Ciudad de Ángeles. Wynona Rider se le muere del corazón al pobre Richard Gere en Otoño en New York, una suerte parecida corre Ashley Judd con Keanu Reeves en Sweet November… y para ponerle la tapa al pomo, Gerard Butler se muere desde el inicio de la película en PS I love you, o sea que ya no quedan finales felices ahora tampoco vamos a dejar comienzos agradables. Pero claro, porque si se tratase de un final feliz sería una “comedia romántica” o en el mejor de los casos “una película ligera” … A ver si capto el mensaje, para ser “real” o “buena película” tiene que tener un final trágico, ¿es ese el reflejo de la realidad que quieren transmitirme? Yo por eso prefiero a Woody Allen y el más absoluto absurdo… porque ¿quién dijo que el cine tiene que reflejar la realidad? Ahí está el gran Tarantino que se caga en la historia y mata a Adolf Hitler al final de Inglorious Basterds… ese es el cine que yo quiero, el absurdo, surrealista, el que toma la realidad la estruja como un papel y hace una pelotica para tirarle en la cabeza a cualquier espectador distraído… ¡para realidades tengo el resto del día!

lunes, 19 de abril de 2010

Extraños en el camino...

Dos extraños se encuentran en el mismo camino. Aunque normalmente prefieren caminar solos, el aburrimiento o tal vez aquel extraño brillo en los ojos del otro los hace aventurarse a caminar juntos un par de metros. Para no perderse ni confundirse dibujan un mapa lleno de reglas y convenios que ambos aceptan… A ratos se separan y caminan por trayectos distintos, donde encuentran también a otros caminantes. Sin embargo, en algún punto uno de ellos se descubre admirando un gran árbol, una rosa, burlándose de la forma de aquella nube… ¿no la habíamos visto antes? Y entonces nota que en realidad está hablando solo, aquel esporádico compañero no está ahí, y se pregunta qué hacer ahora, ¿a quién le cuento sobre el árbol, o la rosa? ¿Quién puede recordar la nube que vimos solo nosotros? (…) Cuando un tramo después, se tropieza de nuevo con su efímero compañero se ríen, admiran los árboles, se burlan de las nubes, pero uno de ellos sigue sintiendo que no es suficiente. Y ahí está el muro. En el medio del camino y sin que ninguno se diera cuenta, sabe Dios en qué momento, apareció un muro, intimidante en su grandeza. Ambos contemplan absortos el obstáculo, observan los caminos adyacentes, revisan el mapa y los convenios pero el muro sigue ahí. ¿Qué hacemos? ¿Cruzamos juntos el muro? ¿Seguimos por caminos separados? ¿Qué habrá detrás del muro? Y cómo suele suceder, mientras uno imagina lo que espera detrás del muro, el otro desconfía de las capacidades del compañero para cruzar, y de las suyas propias. Así que, una vez más, se despide con una sonrisa hermosa, se encamina hacia la derecha y continúa su andar por el camino adyacente. Y ahí queda el otro caminante, el que de manera ilógica, contra todo pronóstico, pensó en cruzar el muro, pero una vez solo, no queda más remedio que seguir por el camino de la izquierda. Nadie sale herido y siguen ambos por separado aquel solitario andar, atrás queda el muro, donde mismo yacen los restos mortales de todo lo que pudo o no haber sido, porque con “hubiera” no se construyen futuros, con dudas no se cimientan castillos, y porque después de todo, eran sólo dos extraños solitarios que por accidente se encontraron…

miércoles, 14 de abril de 2010

Tómame como soy... no esperes que pida perdón!


Hoy un amigo, que gracias a Dios no tiene ningún interés físico-sexual en mi persona, me convenció de que soy una mujer muy difícil y corro el riesgo de quedarme sola.
Ahora resulta que mi inteligencia no es una virtud. Años cultivándome, años leyendo y viendo documentales, años siendo una auténtica polilla y resulta que eso a nadie le atrae o le interesa. También me ha informado de que soy una de las mujeres más bipolares que conoce. Que paso de la más extrema felicidad al más auténtico estado cáustico. Que soy bastante celosa, demasiado liberal e independiente…y a veces hasta demasiado zalamera (no fueron esos los términos pero por respeto a mí misma lo voy a dejar así)
Y me he puesto a reflexionar, y concluí que sí, es cierto que soy bipolar, bastante celosa, liberal e independiente… Pero llegada esa conclusión, también reflexioné sobre lo poco que me importan todos aquellos o aquellas que encuentren en estas características de mi personalidad motivos para distanciarse. Porque la verdad es que soy bipolar, mas nunca tengo un “pero” cuando un amig@ me llama a las tres de la mañana porque tuvo problemas con su pareja y está sol@ en un parque del vedado, salgo de inmediato aunque solo sea para sentarme a su lado y mirarnos. La variabilidad de mi estado anímico nunca me ha impedido ayudar a nadie, conocido o desconocido. Sobre ser liberal e independiente bueno, demasiados años de emancipación feminista están de mi lado si digo que no pienso guiarme por prototipos de comportamientos establecidos para las mujeres en el siglo XVIII. Si veo un hombre atractivo en la calle no encuentro problema en decirlo, o al menos mirarlo. Y sí, independiente seré siempre. No creo en aquello de parir tres niños para poder vivir de la pensión alimenticia de mi marido luego del divorcio. Me gusta pagar mis tragos, y no pienso vivir mantenida toda mi vida por un esposo, me gusta saber que tengo la capacidad de responder por mí, y que no tengo que depender de nadie, para eso estudio y me preparo. Zalamera bueno… eso quizá se lleva en la sangre, pero de cualquier modo no pienso disculparme por disfrutar y admirar la belleza en todas sus formas. Voy a por lo que quiero, mientras no haga conscientemente daño a nadie, y trato de conseguirlo, entrego lo que tengo y me da lo mismo si no recibo nada a cambio. ¿Disculpas? Miles, a los amigos que he lastimado sin querer, a mis padres por todos los años que no entendí sus regaños, pero… ¿disculparme por ser yo? ¡Nunca! No soy perfecta, de hecho estoy bien lejos de la perfección, pero creo que he intentado toda mi vida ser consecuente con mis principios, no callo ante las injusticias, creo en el concepto de familia al estilo siciliano, mis amigos saben que cuentan conmigo en todo momento, y cuando amo, amo sin restricciones, doy todo lo que tengo y todo lo que soy, nunca espero nada a cambio. ¿Que todo eso no es suficiente? ¿Que mis defectos son molestos? Pues sola me quedo, a nadie he obligado jamás a caminar conmigo, el que no pueda valorar lo que soy y lo que puedo dar, pues ya lo hará alguien más…y si no lo hace alguien más, pues lo hago yo solita… 