martes, 4 de mayo de 2010

Lo eterno y lo efímero...

Ya está, me decido a escribir y asumo todo el riesgo de que me llamen feminista en el mejor de los casos, pero aquí va. ¿Para qué tanto maquillaje, tanta plancha en el pelo, tintes, horas de gimnasio, cirugías…? Existen básicamente dos motivos para que una mujer transforme de manera temporal o permanente (que termina siendo temporal también) su físico natural. La primera, que respeto y considero hasta necesaria, es por complacerse a sí mismas. No hay nada de malo en hacer ejercicios, yo por ejemplo desde que descubrí que ejercitarse libera endorfinas al igual que el chocolate, alterno, unas veces me atraco de chocolates (sobre todo cuando un alma caritativa se compadece de mí) y otras veces paso dos horas dando brinquitos (ojo no malinterpretar) o corriendo por 5ta avenida. Pero también existe la variante de cambiar el físico para complacer a otra persona, y aquí, con todo respeto, tengo que discrepar. Lo negativo de tener un pelo impecablemente planchado, media hora de maquillajes, dos horas diarias de ejercicios, y 50cuc en ropa de marca encima, es que, si en eso se basa la incondicionalidad de tu pareja, pues tienes un problema. Si la cosa va en serio, en algún momento terminarán por compartir mucho tiempo juntos, incluso convivir, y ya no tendrás el medio día de gracia sin su presencia para arreglarte el cabello. Tendrá que verte con el pelo tal y como tu información genética dicta…inevitablemente si estudias o trabajas o sencillamente atiendes la casa, acabarás por olvidar durante una semana sacarte las cejas, no tendrás dos horas para maquillarte todos los días…en fin, la magia de la “apariencia” dura poco, muy poco. No se trata de andar por el mundo sin mirarte al espejo, pero una de las pocas verdades universales es que si no te amas tú, no servirá de nada que alguien más lo haga. Por eso, que me conozcan tal y como soy, con mi pelo regado, mis masitas en lugares estratégicos, mi ausencia de pechonalidad…que sean mis ojos o mi mirada, mi inteligencia o mi personalidad, mi bondad o mi ternura las que conquisten, el cuerpo se marchita, el maquillaje se cae con el agua… el calor de una mirada es eterno.

lunes, 3 de mayo de 2010

Frágil realidad...

Ni Dios, ni nadie, salva lo que se perdió. Una duda puede condenar ciudades, la locura puede derribar al sol.


Yo nunca quise esperarte en cada amanecer, en cada sonido del teléfono, cada toque en mi puerta. Quise tomarte, saciar mi sed y dejarte ir, eso era todo, no había misterio, no había esperanza de nada. ¿Qué hago entonces buscándote entre las sábanas? ¿Por qué sigo esperando el paso del día para hablarte, comentarte algo? ¿Por qué sigo de pie frente al fregadero esperando que te acerques sin darme cuenta y me sorprendas con un abrazo? ¿Por qué abrazo una almohada al dormir esperando que amanezcas tú entre mis brazos? Y la mejor de todas las preguntas… ¿me estás esperando tú también? ¿me estás extrañando tú? ¿O acaso tuviste la capacidad que a mí me faltó para beber y dejar ir…? No supimos confiar, no supimos caminar, no supimos darnos cuenta de que estábamos uno frente al otro… o tal vez yo no sé de qué hablo… tú nunca exististe, yo nunca te quise, a Kennedy no lo mataron, las Torres Gemelas no cayeron, la Guerra Fría no fue más que un libro de terror… la realidad es tan frágil..

viernes, 23 de abril de 2010

Al príncipe azul...


“Porque aquellos a quiénes necesita amar son solo sombras que viven en el alma de un extraño”  Carlos Ruiz Safón

En los últimos dos meses, tiempo récord diría yo, los hombres más importantes en mi vida parecen haber decidido decepcionarme, quitarse para siempre aquellas máscaras que yo misma les coloqué, y recordarme que son simplemente hombres, y haberlos imaginado perfectos fue un craso error. Yo, sin miramientos y sin permitirme el lujo de un arrepentimiento, recurro una vez más al gran Sartré, releo “El existencialismo es un humanismo” y entre aquel ensayo y las reflexiones de una excelente amiga, recupero un poco de la cordura que por momentos pareció abandonarme. Mi amiga no pierde la fe, con todas mis decepciones me sigue diciendo “yo creo en mi príncipe azul” Y yo intento acompañarla en la creencia, intento mantener la fe en la existencia de un hombre que sepa amarme por cómo me veo y cómo lo veo a él, que no le preocupe quién he sido sino quien soy y quien puedo llegar a ser, que admire mi libertad e independencia, mi colección de principios y valores que muchos ya han ignorado. Un hombre que respete mi inteligencia, que no repare en cuántas veces he caído sino en cuántas me levanté sola. Un hombre que sepa apreciar la ternura de mis manos en su espalda, lo infinito de un beso o un abrazo, y que encuentre en mis ojos el mejor espejo para su mirada…  Así que alzo mi copa junto a mi ingenua amiga, y brindo por el príncipe azul, o morado, o verde, ya no me importa… “Al príncipe de mis sueños, dónde quiera que estés, ¡¡¡mueve esas nalgas de concreto y apúrate cacho de hijo de perra que llevo 21 años esperando y se me está acabando la paciencia!!!!”

Finales felices..

Ese momento en el que Eric besa a la sirenita Ariel, o el otro como-se-llame besa a la princesa Aurora, o Estetuniño besa (en un féretro ¡pa su madre!) a Blancanieves, ahí es cuándo yo me pregunto, ¿quién coño parió a Walt Disney? Lo que me desespera más todavía es que, a los 5 años me adoctrinan con La Sirenita (sí, esa misma, la que decía “regalitos así tengo miles” ¡en pleno período especial!) Blancanieves que venía a ser una suerte de tutorial para ama de casa, Pocahontas que era la opción a Blancanieves, o sea, el tutorial pero de luchadora, sí vamos que al final muy espiritual ella con los árboles, los animalitos de bosque etc pero terminó viviendo en Londres con Smith… En fin, que iba diciendo, a los cinco años te empiezan el adoctrinamiento con “las princesas de Walt Disney”, y luego vas creciendo y te tropiezas con Pie Pequeño, que empieza por la muerte de la madre, El Rey León que te matan al padre para que luego no digas que son machistas… y tú empiezas a comprender que las figuras paternas no son eternas (aunque con Bambi ya te habías llevado una pista) pero sigues soñando con finales felices... Pero, ups, el tiempo pasa y de pronto te descubres frente al televisor viendo como Jack se ahoga, mientras Rose flota sobre una tabla de madera, que casualmente era la única disponible en el naufragio de un trasatlántico llamado Titanic. Después Meg Ryan se deja arrollar por un camión luego de que el pobre Nicolas Cage renunciara a su condición de ángel para vivir una vida mortal al lado de su amada en Ciudad de Ángeles. Wynona Rider se le muere del corazón al pobre Richard Gere en Otoño en New York, una suerte parecida corre Ashley Judd con Keanu Reeves en Sweet November… y para ponerle la tapa al pomo, Gerard Butler se muere desde el inicio de la película en PS I love you, o sea que ya no quedan finales felices ahora tampoco vamos a dejar comienzos agradables. Pero claro, porque si se tratase de un final feliz sería una “comedia romántica” o en el mejor de los casos “una película ligera” … A ver si capto el mensaje, para ser “real” o “buena película” tiene que tener un final trágico, ¿es ese el reflejo de la realidad que quieren transmitirme? Yo por eso prefiero a Woody Allen y el más absoluto absurdo… porque ¿quién dijo que el cine tiene que reflejar la realidad? Ahí está el gran Tarantino que se caga en la historia y mata a Adolf Hitler al final de Inglorious Basterds… ese es el cine que yo quiero, el absurdo, surrealista, el que toma la realidad la estruja como un papel y hace una pelotica para tirarle en la cabeza a cualquier espectador distraído… ¡para realidades tengo el resto del día!

lunes, 19 de abril de 2010

Extraños en el camino...

Dos extraños se encuentran en el mismo camino. Aunque normalmente prefieren caminar solos, el aburrimiento o tal vez aquel extraño brillo en los ojos del otro los hace aventurarse a caminar juntos un par de metros. Para no perderse ni confundirse dibujan un mapa lleno de reglas y convenios que ambos aceptan… A ratos se separan y caminan por trayectos distintos, donde encuentran también a otros caminantes. Sin embargo, en algún punto uno de ellos se descubre admirando un gran árbol, una rosa, burlándose de la forma de aquella nube… ¿no la habíamos visto antes? Y entonces nota que en realidad está hablando solo, aquel esporádico compañero no está ahí, y se pregunta qué hacer ahora, ¿a quién le cuento sobre el árbol, o la rosa? ¿Quién puede recordar la nube que vimos solo nosotros? (…) Cuando un tramo después, se tropieza de nuevo con su efímero compañero se ríen, admiran los árboles, se burlan de las nubes, pero uno de ellos sigue sintiendo que no es suficiente. Y ahí está el muro. En el medio del camino y sin que ninguno se diera cuenta, sabe Dios en qué momento, apareció un muro, intimidante en su grandeza. Ambos contemplan absortos el obstáculo, observan los caminos adyacentes, revisan el mapa y los convenios pero el muro sigue ahí. ¿Qué hacemos? ¿Cruzamos juntos el muro? ¿Seguimos por caminos separados? ¿Qué habrá detrás del muro? Y cómo suele suceder, mientras uno imagina lo que espera detrás del muro, el otro desconfía de las capacidades del compañero para cruzar, y de las suyas propias. Así que, una vez más, se despide con una sonrisa hermosa, se encamina hacia la derecha y continúa su andar por el camino adyacente. Y ahí queda el otro caminante, el que de manera ilógica, contra todo pronóstico, pensó en cruzar el muro, pero una vez solo, no queda más remedio que seguir por el camino de la izquierda. Nadie sale herido y siguen ambos por separado aquel solitario andar, atrás queda el muro, donde mismo yacen los restos mortales de todo lo que pudo o no haber sido, porque con “hubiera” no se construyen futuros, con dudas no se cimientan castillos, y porque después de todo, eran sólo dos extraños solitarios que por accidente se encontraron…

miércoles, 14 de abril de 2010

Tómame como soy... no esperes que pida perdón!


Hoy un amigo, que gracias a Dios no tiene ningún interés físico-sexual en mi persona, me convenció de que soy una mujer muy difícil y corro el riesgo de quedarme sola.
Ahora resulta que mi inteligencia no es una virtud. Años cultivándome, años leyendo y viendo documentales, años siendo una auténtica polilla y resulta que eso a nadie le atrae o le interesa. También me ha informado de que soy una de las mujeres más bipolares que conoce. Que paso de la más extrema felicidad al más auténtico estado cáustico. Que soy bastante celosa, demasiado liberal e independiente…y a veces hasta demasiado zalamera (no fueron esos los términos pero por respeto a mí misma lo voy a dejar así)
Y me he puesto a reflexionar, y concluí que sí, es cierto que soy bipolar, bastante celosa, liberal e independiente… Pero llegada esa conclusión, también reflexioné sobre lo poco que me importan todos aquellos o aquellas que encuentren en estas características de mi personalidad motivos para distanciarse. Porque la verdad es que soy bipolar, mas nunca tengo un “pero” cuando un amig@ me llama a las tres de la mañana porque tuvo problemas con su pareja y está sol@ en un parque del vedado, salgo de inmediato aunque solo sea para sentarme a su lado y mirarnos. La variabilidad de mi estado anímico nunca me ha impedido ayudar a nadie, conocido o desconocido. Sobre ser liberal e independiente bueno, demasiados años de emancipación feminista están de mi lado si digo que no pienso guiarme por prototipos de comportamientos establecidos para las mujeres en el siglo XVIII. Si veo un hombre atractivo en la calle no encuentro problema en decirlo, o al menos mirarlo. Y sí, independiente seré siempre. No creo en aquello de parir tres niños para poder vivir de la pensión alimenticia de mi marido luego del divorcio. Me gusta pagar mis tragos, y no pienso vivir mantenida toda mi vida por un esposo, me gusta saber que tengo la capacidad de responder por mí, y que no tengo que depender de nadie, para eso estudio y me preparo. Zalamera bueno… eso quizá se lleva en la sangre, pero de cualquier modo no pienso disculparme por disfrutar y admirar la belleza en todas sus formas. Voy a por lo que quiero, mientras no haga conscientemente daño a nadie, y trato de conseguirlo, entrego lo que tengo y me da lo mismo si no recibo nada a cambio. ¿Disculpas? Miles, a los amigos que he lastimado sin querer, a mis padres por todos los años que no entendí sus regaños, pero… ¿disculparme por ser yo? ¡Nunca! No soy perfecta, de hecho estoy bien lejos de la perfección, pero creo que he intentado toda mi vida ser consecuente con mis principios, no callo ante las injusticias, creo en el concepto de familia al estilo siciliano, mis amigos saben que cuentan conmigo en todo momento, y cuando amo, amo sin restricciones, doy todo lo que tengo y todo lo que soy, nunca espero nada a cambio. ¿Que todo eso no es suficiente? ¿Que mis defectos son molestos? Pues sola me quedo, a nadie he obligado jamás a caminar conmigo, el que no pueda valorar lo que soy y lo que puedo dar, pues ya lo hará alguien más…y si no lo hace alguien más, pues lo hago yo solita… 

A nunca jamás...

Hoy revisando entre mil puertas de la memoria encontré aquellos recuerdos de la infancia. Aquellos años de la más pura ingenuidad, cuando la soledad no existía ni quemaba, siempre que tuviera a mano un papel y unos lápices, mi imaginación y unos muñecos… Qué tiempos aquellos en los que Dos era un número más, el sexo era para los adultos y los chicos solo eran versiones toscas y mal terminadas de las chicas… Aquellos días en los que todavía creía que el patio de mi casa era un inmenso bosque mágico, dónde yo podía ser princesa y nadie nunca me podía ver. Hay un cierto placer o alivio en que mamá y papá tomen las decisiones por ti…
Está decidido. ¡No crezco más! Me voy a buscar un traje verde y un sombrerito afeminado, un cocuyo que llamaré campanita y me voy a Nunca Jamás… a gritarle putona a Garfio, jugar en la cueva con la princesa india (chicos tranquilos, vamos a jugar a las muñecas) me haré un tapiz con el cocodrilo y a fumar la pipa de la paz…. Creo que allá la conexión está mala, así que si no escribo no se preocupen, son problemas de ancho de banda…

¿Quién me ha robado el mes de Abril?

Hoy no me pidas que sonría mi amor. No me pidas que brille con luz propia y con independencia del sol. He amanecido de nuevo en una isla, dónde no puedes correr porque siempre encuentras el mar, como fiel carcelero, para detenerte y recordarte que debes permanecer aquí, y aprender a dejar ir a todos los que escogieron otro camino. Hoy las ausencias me queman la piel, la perspectiva se ha fugado y me dejó sola en este encierro con aquel viejo y absurdo punto de vista tan angosto, ese que me impide a momentos ver más allá de todo esto…
Hoy me atacan esos arrebatos de impotencia, los que provocan no poder ver lo que genéticamente estás condicionado para amar, los que nacieron para estar a tu lado y que ahora no están. ¿Quién me ha robado el mes de Abril? No sé quién ha sido Don Joaquín, pero se lo ha llevado lejos a dónde mis piernas no pueden llegar, a donde mis besos, un te quiero, o un simple abrazo no pueden correr. ¿Está gris el día? ¿O es acaso mi ventana? ¿O mis ojos?
Te prometo sonreír más tarde, luego cuando encuentre de nuevo los motivos que hoy tomaron vacaciones. ¿Quién te dijo que yo era risa siempre nunca llanto?
Hoy no cariño mío, hoy la necesidad de tener a los que ya no tengo me hace querer gritar a todo pulmón que ese mar que nos separa es demasiado político, no simple agua azul cristalina como otros quieren repetir. Tal vez mañana salga el sol, y todo será distinto, lo triste será que entonces ya no seremos lo mismo…

martes, 13 de abril de 2010

Solos aunque nos mate la soledad...

A los que nos quedamos solos aunque nos mate la soledad:

Siempre me he sentido dichosa por haber tenido la familia que he tenido. Con todos los conflictos intra-familiares que entraña la convivencia de más de dos generaciones bajo el mismo techo, yo crecí en un ambiente de entendimiento, de pasión por el conocimiento y estrictos valores morales y éticos. De mi familia aprendí prácticamente todo lo que sé, y lo más importante, la sed de querer saber siempre más, de buscar respuestas aunque aparentemente no las haya, de no conformarme con una versión de los hechos… Estoy de todo corazón muy agradecida por la familia que me tocó, no podría haber escogido una mejor.
El seno familiar me formó e inculcó características personales y valores que la vida recompensó luego con amigos magníficos. Una vez más, si la riqueza de las personas se pudiera medir por los amigos yo sería millonaria (que pena que no sea así verdad?) Con virtudes y defectos, he logrado agrupar a mi alrededor personas que en muchísimas ocasiones han demostrado quererme y valorarme.
Me quedaba entonces el ámbito de la pareja. Y aquí debo confesar que no he sido exactamente dichosa. Pero tal vez esa ha sido precisamente mi suerte. Yo creo en el amor, lo he sentido y lo he vivido, y bajo ningún concepto voy a cerrar mis puertas a eso, pero no creo que sea saludable poner como eje de rotación de nuestras vidas el amor de pareja.
Caminar por ahí buscando a quien amar o quien te ame resulta agotador y contraproducente. En principio porque si vas todo el tiempo pendiente de tener una pareja, si es sólo eso lo que buscas y esperas de cada día que respiras, dejas a un lado una serie de cosas que son igual o más importantes. Una relación amorosa es algo complicado, que requiere esfuerzo, trabajo, y si bien es cierto que los beneficios son muchos, y que no hay nada mas bello que amar y ser amado, ¿dónde queda todo lo demás?
Yo escojo seguir el camino sola, al menos por el momento. Me gusta caminar sola, me gusta detenerme a cada rato para observar algo, disfrutar cada flor q encuentro, analizar cada tropiezo y aprender de este… Me gusta leer, escuchar, observar… disfrutar mi tiempo como me parezca conveniente. ¡Hay tantas cosas que hacer con nuestro tiempo en esta tierra! Disfruto cada persona que tropieza conmigo de las maneras que me sean posibles, intento aprender de todos, la vida me ha demostrado que hasta las personas con menos educación te pueden enseñar algo… una vez una niña de 9 años me enseñó a no sufrir por los problemas ajenos (yo la lección no la aprendí muy bien pero fue valiosa) Por eso no cierro las puertas a nadie, bienvenidos sean todos los que quieran compartir su tiempo conmigo, incluso los que me quieren hacer daño pues de esos también se aprende.. Eso sí, no me pidan más de lo que puedo dar, todo el cariño del mundo y la sinceridad más absoluta…y si por ese camino nace el amor, pues bienvenido también, pero si no, me quedan los momentos compartidos, las sonrisas y los recuerdos, y sigo caminando solita… hasta que al rato, alguien más me salga al paso, y ¿quien sabe si sea esa persona la que siga caminando conmigo el resto de mi vida?

Un comentario a un amigo...

Esto inició como un comentario respuesta al blog de un amigo...

No creo que la vida nos de la espalda, creo que por el contrario somos nosotros quiénes la mayoría de las veces le damos la espalda a la vida, claro, que habría que definir que estamos entendiendo por vida, pero esa reflexión filosófica la dejo para otro momento.
Respecto a las reglas y los obstáculos que pone la vida (de nuevo creo que las reglas las ponemos nosotros y los obstáculos también aunque a veces inconscientemente) no creo en recetas para vivir. Creo que existen ciertos valores, ciertos principios, que escogemos o no seguir en nuestra vida, pero la selección es individual y nadie tiene la potestad para juzgarlas correctas o incorrectas. El problema de escoger nosotros mismos cómo vivimos, o sea de escogernos como individuos, es que al mismo tiempo estamos escogiendo a todos los demás (ver El existencialismo es un humanismo, Jean Paul Sartré) Por tanto, cuando escogemos cómo vivir nuestra vida, de cierta manera escogemos a los demás en ella también.
No hay peligro en lo que ya está avisado, en lo que se conoce y se espera, por eso no creo que se pueda herir a alguien a quien ya le has advertido de hasta dónde puedes llegar. O al menos, en ese caso, el daño no es responsabilidad tuya… Lo que sucede a menudo es que las personas no sabemos escuchar, y con frecuencia amordazamos aquella voz interior que Descartes llamaba razón y nos obligamos a ignorar lo que está delante de nuestros ojos. Pero esa miopía no puede ser culpada en el otro, solo en nosotros mismos. Si alguien me advierte que a diez pasos hay un muro de concreto y yo me empeño en seguir corriendo de frente, cuando choque con el muro, ¿a quién puedo culpar? Sucede que aunque nos dicen que existe el muro, queremos por encima de todo, creer que es mentira, que el muro no está, o si está puede desaparecer… ahí está el error. También existen aquellos semi-suicidas-masoquistas (pudiera incluirme) que seguimos caminando sin importar el muro, sabiendo que vamos a chocar, pero disfrutando cada paso antes del inminente choque…
Hay una frase de “El principito” que ejemplifica muy claramente este fenómeno… “Si ordenara a un general que se convirtiera en gaviota y el general no me obedeciera, la culpa no sería de él, sino mía. Hay que exigirle a cada uno aquello que es capaz de hacer o dar”
Por tanto: asegúrate de explicar siempre lo que estás dispuesto a dar, si esa persona necesita más y se queda a tu lado sabiendo que no puedes darle más, solo se podrá culpar a sí misma de cualquier dolor resultante. Y asegúrate también de que estás pidiendo a los demás lo que tienen la capacidad de dar, si sabes de antemano que una persona no tiene la capacidad para aceptarte con tus términos y condiciones, ¿qué haces con esa persona? ...

lunes, 12 de abril de 2010

II Fragmento de carta a la joven que lloraba...


Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.
                            
J.L.Borges


No te asustes si mañana cuando despiertes, la realidad allá afuera, sigue siendo la misma. Ya sé que hoy al irte a la cama te repetías “mañana será otro día” , pero si al despertar encuentras que no es otro día, que más bien es el mismo día que se clona sin fin desde aquella madrugada de octubre, no desesperes cariño mío, porque como aquella mañana, un ejército de amigos te van a acompañar. No detengas el llanto, no intentes secar las lágrimas con las manos, el único remedio son las sonrisas, no te apures, ya las irás encontrando poco a poco. No hay vergüenza en el dolor, y correr tampoco resulta (créeme lo he intentado)…
Yo sé del dolor de una espina, de cuánta belleza tenía aquella rosa y con cuánto agrado dejaste que clavara su espina, por esta misma razón te pido que recuerdes siempre que puedas aquel rojo único de tu rosa, el olor que para ti no tenía igual, la sensación de tocar sus pétalos… no importa cuánto dolió la espina, tu rosa fue bella entre tus manos.
No temas cariño mío, a equivocar el paso, yo lo equivoqué tantas veces que perdí la noción de cuál paso fue correcto y cuál otro no. Pero lo importante es que caminé, y cuanto más pasa el tiempo menos recuerdo los gritos de las personas enjuiciando mi andar y sin embargo más vívidas son las imágenes de cada sonrisa que encontré errante. Todos los caminos te llevarán a algún lugar, pero no temas al dolor, no temas al camino, de lo contrario corres el riesgo de quedar inmóvil, como tantos otros que desconocen  su sosegada inactividad.
“No es el fin, muchacha no es el fin” diría Varela, y yo como siempre tomo prestadas sus palabras, para dártelas a ti que tanto lo necesitas. Llora sin miedo ni vergüenza, no importa lo que piensen los demás, tú sola encontrarás el momento de parar, tú sola abrirás la ventana a esa mañana de sol ardiente, y solo tú puedes encontrar de nuevo la paz, y las razones para sonreír… no te desesperes, los motivos siempre han estado ahí, llora tranquila que ahí seguirán, expectantes los encontrarás cuando llegue el momento.
Un beso lleno de sonrisas que te alivien,
Yo.

domingo, 11 de abril de 2010

Fragmentos de una carta de cuestionable destinatario...

(…) Sin caer en teorías existencialistas Sartreanas, quiero decirte, o informarte, que no somos equívocos, errores del programa, cuestionables conductas… Si me pongo literal tal vez te diga que somos ríos excesivamente caudalosos, y que aunque “el resto de ellos” se empeñe en ponernos diques (críticas) o presas (juicios) nosotros seguiremos fluyendo sin frenos ni prisas “veloces como un Cadillac sin frenos” diría Sabina! Tan solo porque no hemos aprendido (y yo en especial no aspiro a aprender) a medir, pausar, racionalizar… eso prefiero dejarlo a la libreta de abastecimiento…Yo no temo, no dudo, no reflexiono ante la perspectiva de entregarlo todo, ante el impulso de zambullirme en magistral clavado (el del salto!) aunque mientras esté en el aire me vacíen la piscina y termine incrustándome en el concreto. (…) porque descubrí que: my tears dry on their own… y que esos profundos cortes que esporádicamente recibe mi corazón, cicatrizan solos. Resulta ser que cada vez que me lanzo de lleno y sin miramientos, mi pobre corazón acaba descojonado…pero aunque es él quien recibe todo el daño de mis precipitadas decisiones, hemos hablado sobre el tema, y me ha dicho que no le importa, que él sabe regenerarse! Que listo mi corazón, y que bueno que me ha tocado este que me entiende tan bien y me apoya en mis arrebatos asimilando todo el daño! Por eso, y solamente por eso, no dudo, no razono, no temo! Entrego todo lo que soy y lo que tengo porque he descubierto que lo que soy y lo que tengo es inagotable. No importa cuántas veces lo entregue sin ser bien recibido, siempre tengo más para volver a entregar. (…) Marca el fin de mi carta, esa que escribo no sé para quién ni para qué… tal vez sea para ti, o para mi, mejor: para nosotros!
Un abrazo eterno… si los abrazos fueran eternos!
Yo.

A modo de presentación...

"Hay locuras que son poesía" decía Silvio, y yo tomo la frase prestada, para presentar este blog, espero que las locuras y delirios que aka se encierren, tengan algo de poesía, o de utilidad, o simplemente provoquen reacción en quien las lea... Esa es la intención, compartir, regalarte palabras, algunas veces serán las mías, otras veces las tomaré prestadas, y no le digas a nadie pero...algunas veces puede que las robe!!!!!
El agradecimiento eterno a un amigo que con su blog me recordó lo mucho que adoro yo también "bloggear" , Underground sabes que es contigo!!! :)