miércoles, 14 de abril de 2010

¿Quién me ha robado el mes de Abril?

Hoy no me pidas que sonría mi amor. No me pidas que brille con luz propia y con independencia del sol. He amanecido de nuevo en una isla, dónde no puedes correr porque siempre encuentras el mar, como fiel carcelero, para detenerte y recordarte que debes permanecer aquí, y aprender a dejar ir a todos los que escogieron otro camino. Hoy las ausencias me queman la piel, la perspectiva se ha fugado y me dejó sola en este encierro con aquel viejo y absurdo punto de vista tan angosto, ese que me impide a momentos ver más allá de todo esto…
Hoy me atacan esos arrebatos de impotencia, los que provocan no poder ver lo que genéticamente estás condicionado para amar, los que nacieron para estar a tu lado y que ahora no están. ¿Quién me ha robado el mes de Abril? No sé quién ha sido Don Joaquín, pero se lo ha llevado lejos a dónde mis piernas no pueden llegar, a donde mis besos, un te quiero, o un simple abrazo no pueden correr. ¿Está gris el día? ¿O es acaso mi ventana? ¿O mis ojos?
Te prometo sonreír más tarde, luego cuando encuentre de nuevo los motivos que hoy tomaron vacaciones. ¿Quién te dijo que yo era risa siempre nunca llanto?
Hoy no cariño mío, hoy la necesidad de tener a los que ya no tengo me hace querer gritar a todo pulmón que ese mar que nos separa es demasiado político, no simple agua azul cristalina como otros quieren repetir. Tal vez mañana salga el sol, y todo será distinto, lo triste será que entonces ya no seremos lo mismo…

2 comentarios:

  1. siempre habra motivos para reir y para llorar, de eso se trata todo esto....
    sin embargo, intenta reir siempre, pero cuando la necesidad de gritar se apodere de ti, hazlo, grita con todas tus fuerzas, que todo a tu alrededor retumbe, quizas eso sea lo necesario para que a alguien le tiemble el piso, y de pronto, de la nada, te comiencen a aparecer nuevos motivos para reir....

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  2. Los motivos para reír están ahí, y cada día van llegando algunos nuevos...Lo que sucede es que recientemente por cada nuevo motivo para reir aparecen cuatro para llorar. La lección está en aceptar ambos. Huir del dolor solo lleva a más dolor, por eso, según vienen llegando, yo acepto cualquier motivo, me rio y lloro según mi organismo dicte, pero por motivos no t preocupes, siempre hay...no creo que deba esperar a que a alguien le tiemble el piso para poder sonreir, que las sonrisas o las lágrimas dependan siempre de mí...así es cómo quiero vivir... :)

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